Friday, July 03, 2009

Ser Amarillo (o antes del silencio)

Un árbol derramó amarillo en el suelo de la plaza. Tanto fue su color que quiso extenderse más allá de sus ramas -el desear desea todo el tiempo-. Sobra decir que el amarillo perdió su color, desapareciendo por completo el reflejo del árbol, la sombra del sol. Entonces un frío silencio se abrió alredor.
Siempre hay una fina línea entre vivir la vida intensamente y la muerte.

S.G.
2008