Sunday, February 18, 2007

Palabras de una poeta mejor

Madrugada:

Desnudo soñando una noche solar.
He yacido días animales.
El viento y la lluvia me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en un muro.

-Alejandra Pizarnik

Friday, February 09, 2007

“No se quiere siempre ser comprendido cuando se escribe, a veces se quiere no ser comprendido.”
-Friedrich Nietzsche

Friday, February 02, 2007

Coming Soon

Otro cuento para no ser leído!

Entre letra y deseo 4

Dulce Veneno


Sensación momentánea
tu corona de savia
tus ojos deseables
que pretenden perturbarme.

Fieras salvajes
que engañan a cualquier amante.

Labios que encienden el fuego
de la pasión, amor y el deseo,
despertando los instintos
y confundiendo el momento.

La sangre palpita por las venas
acelerando en cada momento
jugando tu juego del engaño,
tu(,) trampa, tu(,) ilusión, tu(,) invento.

Gato y ratón; se repite el cuento,
serpiente venenosa
que envenena mi cuerpo,
amiga destructora,
enemiga que aniquila mi llanto.

Eres tú el personaje de mis pesadillas
tú la dueña, la amante, la protagonista
Eres mi corazón palpitando
a un millón de millas
tactactactactactactac
para entre cada latido
girar mi existencia
entre las comas perdidas;

Eres vino ardiente
que se derrama en mi frente
confundiendo mis heridas,
dudando de otra vida.

Sí; todo eso eres tú...
cielo e infierno,
con velo, con cuernos,
purgatorio de mi Edén
¡Bendigo el día en que te encontré!

Si me engañas o me matas
me confundes las palabras
quiero esa sensación de tenerte
aunque termines siendo
la causa de mi muerte.

Un segundo, una mirada;
que importa si me engañas
si poco a poco me matas
en el orgasmo del delirio de tu cama,
si mi vida gota a gota se extingue,
no la valoro porque vi tu esfinge
y en las puertas del mas allá
te volveré a nombrar.

¿Cómo terminar
si siempre he de empezar?
Si te amo tanto
no sé si mas de lo que te sé odiar,
quizás odiándote me dejé atrapar
y gocé y amé, mientras no paraba de llorar.

Al final todo es igual...
Se percibe tu inocencia
en cada decímetro de tu existencia,
tus ojos siguen siendo los deseados,
tus labios siguen siendo una hoguera,
tu sangre palpita por mis venas
unas gotas de vino que embriagan
los últimos versos de mi coherencia.