Sunday, September 30, 2012

El voto simbólico



Según uno de los candidatos en las elecciones de Puerto Rico, de cuyo nombre no me quiero acordar, “no es momento de un voto simbólico”. A la soltá voy a decir que es precisamente el momento de un voto simbólico, aunque en el intento nos quedemos sin-bólicos. Que si eso puede ayudar a que el PNP revalide, el partido con mayor record de corrupción, criminalidad, abusos y atentos contra la democracia, los estudiantes, la clase media y los grupos disidentes, seguro. Puede que eso pase, de hecho, creo que es lo que va a pasar. Sin embargo, eso no debe doblarle las rodillas a nadie. Quizás hace falta la extensión de este desastre y que nos lleve tan bajo que finalmente la gente despierte y se tire a la calle a demandar sus derechos y la pronta solución de sus necesidades, como pasa en casi todos lados. No que en Puerto Rico no pase, pero siempre es pro el grupo X y Y para luego salir la Comay’ a insultarlos y desacreditarlos en TV y se acabó el problema, no importa cuánta sangre se derrame entre medio.

Me parece que hace tiempo que llegó el tiempo de acabar con el cambia-cambia. Ninguno de los dos partido tradicionales han logrado un avance, muy por el contrario, cada nueva administración pareciera ser peor que la anterior, aunque la incumbente ha botado la bola y por mucho. Pero no importa, los rojos no van a hacer nada diferente, mucho menos con un candidato tan pendejo e incompetente como Alejandro (¡carajo me acordé!), que, tratando de complacer al voto disgustado del PNP, ha dejado atrás al voto independiente, al voto melón, y al ala izquierdista de su partido (enter the MUS). El tipo parece un mono resbalando en las cáscaras de guineo que él mismo tira al suelo. ¿Líder? Ese tipo no tiene los cojones para asumir posición alguna, así que ese nombre le quedaría más grande que la cabeza del gobernador.

El PPD dejó de funcionar como partido y hace mucho. Willie lo dijo antes de morir (no olvidemos a Willie…para más buscar en este blog ensayo titulado “Willie…¿al olvido?”). En un momento, ese partido intentó hacer cambios sociales radicales y a eso debían volver. La respuesta del presidente del partido en ese entonces fue que el “Partido Popular fue hecho para ganar elecciones”. O sea, no viene a cambiar nada sino a ganar, como si se tratara de un deporte… ¡Ah verdad! ¡Que la política en la isla es un deporte! Y luego se quejan. El mismo presidente (tú mismo Ferrer) luego vino a llorarle en el sepelio a Willie aun cuando estaba listo para pasarle su plancha. Y bueno, ahora tienen a lindín “para ganar elecciones”, ninguna sustancia, solo un PAQUETE (de la mentira que es y la masacote que nos espera) con la promesa de cambio. ¿No fue así que Fortuño se mudó a Fortaleza y nos lo metió mongo? Por mí, que exploten al PPD y su retrasado ELA, al PNP con su estadidad de welfare, y de paso al PIP que, si bien han cantado la verdad por décadas, han impedido que nuevas voces entren en el panorama y ellos han querido ser los dueños y señores de la cancha, mientras sus legisladores se comieron dietas enteras en aquellas sillas rojas y verdes de capitolio.

Es hora de pasar la página. Es hora de partidos nuevos y finalmente los tenemos, y como nunca antes. Tenemos seis partidos inscritos. Mi gente, eso es historia. Seis partidos, lo que nunca antes había ocurrido en las pasadas décadas, demostrando el descontento y la desconfianza con los tres partidos tradicionales. O sea, tenemos varias opciones para pasar la página.

Lo peor de votar por el cambio “seguro” una vez más: decir que todo está bien, que este cambia-cambia funciona y ha funcionado, que no hay algo más a cambiar. Si de algo estamos seguros es de que hay que cambiar algo, y no solo administraciones, sino la forma de hacer política. Y el candidato del Partido Popular lo sabe, por eso urge a no dar un voto simbólico, por eso dice que “no es tiempo de un voto simbólico”. Para él, hay que dar “el voto útil”, el del partido que tiene los medios para sacar al PNP del gobierno, o sea, otro parcho en una goma llena de rotos. Mire Alejandro, váyase al carajo usted también. Si no tiene los cojones para asumir una postura diferente, una postura digna de estos tiempos, no pida el voto de una isla que ya no puede seguir con la misma mierda.

Así que yo digo que es precisamente el tiempo del voto simbólico. ¿Por qué el voto simbólico? Porque obvio que ninguno de los partidos nuevos tienen posibilidades reales de ganar las elecciones. Los dos partidos de siempre tienen el poder, el dinero (y la gente con dinero que mueve cosas tras bastidores), y los medios para ganar, sea uno o el otro. Pero esto no es un juego de nuestro deporte favorito, se trata de las elecciones, se trata de expresar con el voto qué propuestas uno defiende, cuál plan de gobierno uno cree va a funcionar para nuestra gente. No se trata de chijí-chijá y ganamos. En ese sentido Alejandro, todo voto es simbólico.

Un suficiente número de votantes o de “votos simbólicos” para alguno de los nuevos partidos demostraría que se levanta el suficiente número de gente para esperar un cambio de rumbo. De igual forma, daría a ese partido, de quedar inscrito, un poder de fiscalización y de reorganización para las próximas elecciones. Suena a imposible que el MUS, el PPT, o el PPR ganen las elecciones, pero tenemos que recordar que cuando Ferré fundó al PNP era imposible ganarle al PPD y ahora son el partido mayoritario (en votos y casos de corrupción). Lo mismo cuando Muñoz Marín fundó al PPD. En algún momento los electores escucharon las nuevas propuestas y se lanzaron a votar mayoritariamente por ese partido. Lo mismo puede pasar nuevamente. Es otro siglo. Somos otra generación con otras necesidades. Estamos cansados de lo mismo. Atrevámonos a apostar por otra forma de hacer las cosas. Hagamos ese voto simbólico y abracemos lo que significa. Solo así podremos cambiar el rumbo de nuestra historia y pasar la página.

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