Sunday, November 18, 2012

La libreta con tachones en blanco (Apuntes después de las elecciones)


Sí, ya sé, estamos hartos del tema. Sin embargo, los resultados de las pasadas elecciones fueron lo suficientemente interesantes para repasar algunos puntos, para bien o para mal. Sabemos que ganó el Partido Popular, por primera vez desde las elecciones del 2000 y la “mira que linda” de Sila, que no hizo mucho más que usar a la Fortaleza para sus cambios de matrimonio. El candidato a gobernador, o sea, Alejandro, ganó la contienda pero por apenas 12,972 votos (.69%). De igual forma, y para que no fuera una pela definitiva, el comisionado residente del PNP revalidó como única figura de fuerza en ese partido, abriéndole las puertas para una futura candidatura a gobernador. La mayoría de las alcadías se pintaron de rojas etc., etc., pero pudo ser peor para el PNP, dado el descalabro de ese partido, en el poder en los pasados 8 años.

Ahora, vayamos a los puntos de forma más detallada. Pierluisi se queda. Si bien es cierto que el actual comisionado es la figura menos polarizante del PNP desde Carlos Pesquera (pasando por alto aquel pequeño incidente con la bandera gringa en la procuradoría de la mujer que casi le cuesta la cárcel por seguir malos consejos para verse menos pendejo), también hay que tener en cuenta que el voto en contra de Cox responde al racismo sublayado que aun permea en la isla y que se quiere negar. ¿Por qué otra razón mucha gente le dio el voto al blanquito y lindín de Alejandro pero cruzó líneas con Pierluisi? Si creen que me las estoy inventando, recuerden la campaña racista de Cucusa contra Cox y las acusaciones de “mono” y “gorila” de varios miembros del PNP. Y va de parte y parte, la alcaldesa de Cabo Rojo, de la cual ignoro tropiezos mayores, perdió las elecciones en una campaña en que el candidato popular y ganador la llamaba de “gorila” por ser negra y estar sobrepeso. Pero na’, no existe racismo en la isla llena de negros que se creen blancos (y con eso me refiero a TODOS, ya que no hay tal cosa como raza pura en la isla, ni siquiera en los que se ven jinchos y tienen ojos claros y se creen la mierda por eso). Claro, Cox tampoco tuvo oportunidad de exponerse al faltar debates para esa posición. Sin embargo, creo que eso solo sumó al aspecto del color de piel y, pues, que Pierluisi es conocido y no fue tan controversial dentro del controversial gobierno del PNP.

Recordemos una vez más los “logros” del gobierno en este cuatrenio por finalizar: la tasa de asesinatos más alta en la historia, macanazos para estudiantes por ejercer su derecho de protesta, derroche de millones en dietas y contratos millonarios para proyectos que ni resolvían problemas, ni se dieron…como el gasoducto, los hoteles en Ceiba (such is life), molinos de viento en donde no hay viento, atropeyos a la prensa cerrando al capitolio, homofobia y racismo, despido de miles de empleados, incompentencia en admistración, recorte de fondos en educación y proyectos de arte y cultura, fin a las noches de galería, y apoyo a los corruptos hasta que ya es evidente que no se pueden defender para nombrar solamente algunos de los eventos más memorables. Este ha sido el peor gobierno de nuestra historia reciente y sin embargo tuvo más votos íntegros que ningún otro partido según los números oficiales (se computaron 858,029 votos íntegros en esta papeleta para el Partido Nuevo Progresista y 854,579 para el Partido Popular Democrático.), lo que significa que sobre 800,000 votantes entendieron o que nada de eso importaba y que, por el contrario, era justificable del mismo modo que se han justificado los regímenes más violentos de la historia en otros lugares y contextos del mundo, o que…en realidad no puedo entender otra razón que no caiga en fanatismo y en aquellos “la palma hasta la muerte” que pude leer en los últimos días.

Y es que en Puerto Rico se juega con el futuro como si fuera una carrera de caballos. Así, se apuesta por el ganador y en eso se apuesta al futuro. Se trata de ganar, y por eso llevamos décadas del cambia-cambia entre azules y rojos en un sistema en que no existe cambio real de contenido, sino de estilo. No hay fuerza de oposición, y aun dentro de la idea de ella, se cae en lo de siempre, o sea, se nos hace difícil apostar a un cambio y preferimos el terreno familiar, lo que ha sido un terreno que ya no pare más. En ese sentido la minoría por excelencia era el PIP y no ninguno de los llamados partidos emergentes. De hecho, hasta entrada la noche parecía que finalmente la minoría “per excellence” iba a quedar reinscrita por primera vez desde el 2000. Al final se quedaron cortos, pero igual llegaron en tercer lugar y en el casi-casi más cercano. O sea, que entre los que no quisieron perpeturar el cambia-cambia, hubieron muchos que entendieron que la alternativa era el de siempre, por la miles y complicadas razones que sean. Adiós partidos nuevos. El PPT, partido que parecía favorito a quedar en tercer lugar y obtener la inscripción según casi todas las encuestas, se quedó más que corto. El mensaje de que se abriera paso se dio de golpes con la puerta cerrada. Los demás partidos quedaron muy por debajo, siendo el PPR el partido con menos votos, lo que a Rogelio no le importa mucho después de meterse al bolsillo el dinero del fondo electoral, que es la única razón por la que nos ha servido de lo que en la TV americana le llaman el “comic-relief” (ese personaje pendejo que es el super amigo del che-che y nos hace reir por lo idiota que es).

¿Y por qué se volvió a apostar por lo de siempre? Esta era la primera vez que en realidad había un astío del pueblo con el gobierno y con el candidato popular, una desilusión tan marcada que llevó a unas elecciones cerradas que favorecieron a un candidato por el tin-marín-de-los-pingues. También era la primera vez que había opciones y candidatos excelentes, o sea, era una oportunidad para no conformarse con “el menos malo”. Y sin embargo…

Son muchas las razones. En primer lugar, los partidos nuevos eran parte de una estrategia del PNP para dividir la oposición y así ganar cómodamente la reeleción. Fue por eso que bajaron los requisitos de inscripción y que, por primera vez en nuestra historia reciente, hubiera seis candidatos a la gobernación. Sin embargo, el truco les salió caro porque algunos penepés disgustados prefirieron votar por el PPT, y muchos decidieron quedarse en su casa antes que votar por Fortuño. Así lo anunciaron, y es una forma de interpretar los números. Si tomamos en cuenta que el PNP fue el partido con mayor de votos íntegros pero perdió su candidato a gobernador, podemos pensar que una mímina (pero significativa, dado el resultado tan cerrado de las elecciones) cantidad de votos se fue tanto a Alejandro como a los partidos nuevos. Pero vayamos a los números. Son 3,450 votos íntegros del PNP por encima del PPD. Estamos hablando de que hubo 9,522 votos para Alejandro que cruzaron líneas partidistas. El resto de los votos se dividió en la nueva esfera de seis partios. En otras palabras, los partidos nuevos no solo restaron votos al PPD, sino que en algunos casos restaron votos al PNP. Y entonces, ¿por que ninguno quedó incrito? Pues por lo mismo de siempre, al proyectarse una carrera cerrada muchos doblaron rodillas y dieron su “voto útil”, que es el meloneo de siempre o el prestar el voto al PPD con tal de evitar que el PNP suba el poder. Con todo y eso, Alejandro ganó con la suficiente cantidad de votos para no necesitar un recuento, cosa que no logró Aníbal en el 2004 sin tener tanta competencia, pero claro, en aquel entonces se competía con el mesías, y por ende se necesitaba un milagro.

En resumidas cuentas, el resultado de las elecciones fue un rechazo a los estilos de gobernar. No se rechazó al modelo ni a la política, no se eligió un cambio que no fuera de rostros y nombres, pero se rechazaron los estilos de atropellos, insultos, discrimen, exclusión, y violación a la democracia. Por eso nos libramos finalmente de Santini y San Juan escogió a una alcadesa de alianzas (lo que fue para mí la única verdadera buena noticia de los resultados y la que más he celebrado). Por eso se fue la mayoría PNP en la casa de las leyes y aunque el pseudo-nazi de Rivera Schatz revalidó con el mayor número de votos en el senado, no será el presidente encargado de cerrar la casa de las leyes a la prensa y a la ciudadanía, ahora gritará desde las esgradas para ver si suma puntos en su carrera a la gobernación para el 2016 (Dios nos libre). Por eso Fortuño se va y Pierluisi se queda. Such is life.

Ahora nos toca un nuevo gobierno, el primer gobierno popular desde Sila. Un nuevo gobierno no muy distinto al azul, pero con sonrisita Colgate y corbata roja. Claro, es borrón y cuenta nueva así que hay que dar espacio a que des-gobier-¡ehem!-gobiernen, para entonces hacer las críticas que seas necesarias. Mientras tanto y ante el respiro de medio pulmón, velemos desde el primer día la forma en que nos representan los líderes que escogimos y no olvidemos tan fácilmente la próxima vez, para que, en caso de ser necesario un cambio, no sigamos cometiendo los mismos errores y apostemos a cambios verdaderos y no solo del color de la capota. La libreta está casi en blanco, con una fecha al tope de la página; 2 de enero del 2013.

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