Los verdaderos heroes

Mucho ha pasado en estos últimos meses. Quizás podemos extender eso a más tiempo….mucho ha pasado desde que me fui, mucho desde que tenemos una nueva administración aprobada por mayoría (no olvidemos eso), mucho desde que la gente empezó a darse cuenta de que “coño, este gobernador con cara de pendejo nos está clavando”. Y añado yo…sin vaselina!

Mas sin embargo, en estos últimos meses han sido los estudiantes de la “Uipi” los que han alzado la voz de protesta. Y no es la UPR de Río Piedras solamente, nada que ver, diez de once recintos se han unido a la protesta! Y de qué es la protesta? La protesta es en contra de los intentos de la administración de limitar los derechos de educación a la gente. Con la excusa de la crisis, se pretende reducir las exenciones, subir la matricula….espera, ustedes saben esto. Por qué no he dicho nada al respecto? Por eso mismo, ustedes ya saben. Estudiantes, profesores, intelectuales, artistas, abogados, padres y muchos más se han expresado al respecto y mucho mejor de lo que yo puedo hacer, así que me he limitado a exponer al crudo las palabras de aquellos que me hacen orgulloso desde el extranjero (y siempre en el extranjero). Poco puedo añadir yo, especialmente cuando no estoy allí. Sin embargo, he estado al tanto y, desde los blichers, he visto la en marcha la huelga más organizada desde que tengo memoria. Los estudiantes han hecho radio, han puesto al mundo al tanto, han convocado el uso de los medios, han hecho sus demandas y etc., pero ustedes saben esto. Mientras tanto, la administración he contestado con los mismos “jingles” de siempre: los estudiantes son unos revoltosos, lo que quieren es no tener clase, son reclamos injustos, están destruyendo la universidad, no dejan tomar clases a los otros, etc., pero ustedes también saben esto, como también saben que la administración ha extendido la mano y se ha hecho perra faldera de la administración de turno, implementando a la fuerza los recortes a la Universidad del Estado que, en lugar de atacar la crisis, lo que persigue es continuar el deterioro de la educación y reducirla a un colegio tecnológico para los que puedan pagar. Los demás, o no estudian, o se tienen que embrollar, siguiendo el “maravilloso” modelo educativo de la metrópolis. Y yo no sé ustedes, pero para mí, la educación y la salud no son negocios y deberían estar garantizadas para todos.

Pero la crisis, la crisis, la crisis….es lo único que dice la administración, tanto universitaria como la política. Que si los populares tienen la culpa y ahora todos estamos pagando (pasando por alto que ellos estaban a cargo de la mayoría de las alcaldías y la legislatura en el pasado cuatrienio), que todos nos hemos tenido que abrochar los pantalones, y la mejor, que los estudiantes son unos “malagradecidos”. Sí, con su cara de pendejo el gobernador despachó la protesta y puso a la policía a la orden para “ayudar” en contra de los malagradecidos esos, que lo que importa es una mayoría silente que es tan silente, que hasta invisibles son y no aparecen ni por los centros espiritistas. Así que ante los reclamos por mantener el sistema educativo y buscar medios alternativos para atender la crisis, el gobierno responde con la policía, cosa que no se había hecho desde los 80 pero que la administración buscaba hacer desde el día uno. ¿O ya se olvidaron de aquel enfrentamiento en la Avenida Universidad donde habían agentes provocando a los estudiantes y haciéndoles carpetas? En aquel momento también asaltaron con violencia a un estudiante, uno contra un grupo de guapetones con macana y gases. Desde ese temprano momento el gobierno dejó claro que su política iba a ser implementada a la fuerza y con violencia, una violencia que ha ido incrementando cada día y sin razón alguna. De los empujones pasamos a los macanazos, de los macanazos a los gases, de los gases a las pistolas “taser”. Demás está decir que me quedé con la boca abierta al ver como seguían electrocutando a un estudiante que ya estaba en el piso, neutralizado y casi estrangulado con una macana. Mientras tanto, arriba, el gobernador se servía de platos sobre $1,000.00 cada uno, para sus ambiciones políticas y sus acuerdos tras bastidores con las elites. Y es que el gobierno de Fortuño ha dejado muy claro que su promesa de cambio se traduce en ponerle un “se vende” a lo poco que queda de la isla, incluso a la Universidad, y al que no le guste, “such is life”. Pero, con todo y cara de pendejo, se va a hacer lo que ellos dicen a la brava, porque así siempre implementan la política los azules, mientras la mayoría del pueblo oye sus cantos de sirena sobre un Estados Unidos que nos va a salvar de todo -el paraíso prometido llega con la estadidad- y uno se pregunta si en realidad los azules se creen su propia mentira o están tan enajenados como el pueblo que los sigue. Esos mismos son los que justifican la utilización de la fuerza, se distancian de los estudiantes, se unen a los ecos de “malagradecidos”, y se niegan a escuchar las demandas de los estudiantes. Reducir sus demandas utilizando cuanto epíteto haya (si esos estudiantes son revoltosos, comunistas, socialistas, independentistas, vagos, malagradecidos, etc.) es mucho más fácil que pensar. Mientras tanto, los supuestos líderes alegan estar dispuestos al diálogo sin dialogar, se esconden en sus oficinas, no salen a enfrentar las demandas y si hacen el aguaje, no las escuchan, no ceden. ¿Por qué? Porque, de nuevo, esta es la política del todo cojón, de las elites, del que se joda el pueblo y que paguen ellos la crisis mientras los políticos siguen despilfarrando dinero, es la política que se advertía venir con Fortuño, pero la gente estaba harta de Aníbal y sus cargos por corrupción. Además, alguien tenía que pagar el desastre del “gobierno compartido”. En ese desespero y en el intento de tampoco reelegir al demente de Rosselló (como dice Tego; “el tipo se creía el mesías y to’”), cedieron a los cantos de sirena y las promesas de cambio, aun cuando se veía que lo que venía era desempleo, privatización y el uso de la fuerza para el que proteste. Por eso se nombró José Figueroa Sancha para Superintendente, famoso por utilizar spray contra periodistas en la oficina del FBI. Por eso no debe ser sorpresa que este tipo catalogue de héroes a los policías que han usado la fuerza contra los manifestantes, si carajo, esa es la política a seguir!

Sin embargo, los héroes aquí son y siguen siendo los estudiantes, quienes ejercen su derecho a protesta, su derecho a educación, y el derecho de los que vienen detrás de ellos. Son ellos los que han dado cátedra a un gobierno que responde con violencia antes los reclamos válidos del estudiantado. Y mientras más violencia ejerzan, más se les saldrá de las manos al gobierno de turno la protesta, más voces se unirán en defensa de los estudiantes y en contra de aquellos que pagaban sus platos de mil dólares a cambio de contratitos. Quizás sea este el comienzo de una nueva conciencia en donde maduremos y nos demos cuenta que la política va más allá de partidos y los gobernantes están para servirnos, no para servirse de nosotros. Quizás sea este el comienzo de una resistencia a partir de la educación, en donde se responda a la macana con demandas, argumentos, e información. Quizás este sea el primer paso para aprender a defender lo que consideramos nuestro, organizándonos para el bienestar de nosotros como pueblo y dando un paso al frente por nosotros, sin dejar que sean otros los que nos digan lo que hay que hacer, decir y creer. Quizás (y solo me puedo servir de quizás), este sea la primera página de un libro que todavía tenemos que escribir como pueblo, el comienzo de un verdadero cambio.