Tuesday, August 31, 2010

Nuevas voces, viejas dictaduras

De un pájaro las dos alas….quizás para los cubanos esta idea ya esté hueca, al igual que para muchos puertorriqueños sea un escribillo de canción de bomba, tan irreal y borrosa como la noche misma. A los primeros poco le importan las conexiones entre los dos extremos de las islas mayores, y los que conocen el escribillo se lo adjudican a José Martí. Los segundos juran que están mejores que los cubanos con aquella mentada dictadura del demonio mismo. Sin embargo, entre el desconocimiento y la arrogancia, aquella idea de Rodríguez de Tío sigue rimbombante, y no solo poéticamente, sino en un marco en el que, aun cuando las dos islas parecieron tomar extremos opuestos, parecen volverse a encontrar al final de esa borrachera de la guerra fría. Y no es que la guerra fría haya terminado (hasta el gobernador de Puerto Rico se expresa como fascista anti-comunista, o sea, propulsor de un estado totalitario en contra de cualquier indicio de comunismo, fascista, calco super charro de un Romero Barceló o Nixon, para irme light), pero ahora la dinámica del mercado global ha cambiado y solo se vuelve polarizante en el momento de engañar a las masas sobre sus claras tendencias de seguir defendiendo a unos pocos y asfixiando al resto. Mas dentro de las complejidades de eso que llaman global, las dos islas se han reencontrado cara a cara, como si se miraran dentro del reflejo de un espejo, como las idénticas banderas invertidas. No es casualidad que la bloguera Yoani Sánchez, en su ensayo publicado el 5 de agosto de 2010 en El Nuevo Día, mencione una juventud cubana con ansias de una nueva voz, de una nueva forma de administrase, que no significa abrazarse al neo-liberalismo (tendencia que al parecer empieza a considerar el gobierno de los Castro), pero sí de cambiar de forma sustantiva el cómo se hacen las cosas.

En Puerto Rico pasa de forma similar. De hecho, el grupo que dirigió la última huelga y que sigue atento, no solo a los eventos que transcurren en el país, pero al futuro de la universidad del pueblo, es también la esperanza de una nueva voz que no se aferra a la misma mierda de siempre, que están cansados de la forma en que se han hecho las cosas, y están buscando nuevas formas de manejar al país. Esto, ante un gobierno cada vez más totalitario, corrupto y abusivo. De hecho, en la huelga de julio 18 vi una pancarta que leía una realidad interesante y que subrayaba el vínculo entre las dos islas: Cuba dictadura de los pobres, Puerto Rico dictadura de los ricos. …o para los ricos, digo yo. Y es hora de acabar con eso….bueno, pasada la hora.

Es por eso que las nuevas voces en ambas islas, cansadas de la opresión gubernamental, claman por una nueva forma integradora de hacer las cosas, en lugar de las viejas formulas excluyentes, las mismas retóricas, el mismo sandungueo’...y para eso se han abrazado al nuevo contexto político mundial y a la tecnología como parte de la forma de expresión y como arma de lucha (Dos ejemplos fugaces: Radio Huelga y Sánchez misma, entre muchos más ejemplos a considerar). Ya eso de por sí es un avance.
Cuan realista o cuan lejos pueda llegar esa insatisfacción y esa acción ante la vieja guardia está por verse. Cuan cerca esté el tedio para rendirnos y sucumbir a lo mismo, o cuánto la vieja guardia pese sobre esas nuevas voces a resignarse a lo que hay (son especialistas en eso) es también una amenaza real, histórica y latente. Nos toca seguir pasando la idea de no conformarnos, de pensar en nuevas formas de hacer y deshacer, de comunicarnos, de hacer una realidad social en la que cada uno forme parte. Nos toca a nosotros no solo creer en la esperanza de esas nuevas voces, sino de mantenerlas vivas y poner nuestro grano de arena para que finalmente logremos enderezar a las dos alas y hacerlas tierras de la innovación, la conciencia, la lucha, y más allá de eso, tierras en donde cada voz cuente, no solo las de aquellos que están en el poder.

Monday, August 16, 2010

suena familiar...

“La escritura necesita dos elementos fundamentales: el primero es la experimentación y el segundo el riesgo. No la prisa.”
-Carlos Vázquez

Sunday, August 08, 2010

on paper...

“It is possible to be wiser on the page than you are in life? I’m hoping so.”
-Walter Kirn
(Up in the Air, Anchor, 67)

Monday, August 02, 2010

Anarquistas wannnabí

Estas son apenas mis pequeñas impresiones sobre los-ehem!-anarquistas en la isla. Y es que hace unas semanas el grupo formó parte de la marcha en contra de la política gubernamental y salió desde la UIPI, al igual que yo -igualitito a mí- para citar una canción de Victor Manuelle. Los mentados “anarquistas” dejaron las pistas de su presencia a lo largo del trayecto, cual migajas de pan en "Hansel y Gretel", pero sin pájaro alguno capaz de comerse el rastro. Vimos sus primeros mensajes en un Walgreens, junto al gerente encabronao’ por demás. Entre los mensajes dejados se clamaba por farmacias locales en lugar de cadenas. Mas luego vimos mensajes en contra del gobierno en locales pequeños que para nada eran cadenas, u en oficinas gubernamentales ajenas a la protesta (no forman parte de la administración o sus atropellados intentos de gobernar). Cada vez que pasábamos los mensajes, se notaba que estaban recién hechos ya que todavía merodeaba en el aire el olor a pintura de spray. Finalmente nos movimos de sitio en la marcha y los vimos. Enmascarados, pintando cuanta mierda se les ocurría. Desde invitaciones a la “revolución”, hasta invitaciones a muerte.

Si esos son los anarquistas en esta isla, mucho dejan que desear, cayendo en la representación caricaturesca y popular del “anarquista”, que suena más a adolescente ponko que a una persona con cierta ideología. Contrario a lo que se cree, son muchos los tipos de anarquismo, de los cuales, el que me simpatiza es el proyecto realizado en España durante la década del 30, antes de Franco. En ese proyecto, el anarquismo no era sinónimo de caos, sino de un rechazo a la estructura gubernamental como ente fundador y definitorio de la sociedad. En lugar de esa estructura, la misma comunidad se repartía las funciones a ejecutar dentro de ella, sin jerarquías o posiciones. Así mismo hay ciertas variaciones de este proyecto, del cual yo mismo no estoy al corriente de todas. Sin embargo, a juzgar por los actos de los llamados anarquistas en la marcha, ellos prefieren la definición popular de anarquismo, donde la ausencia de gobierno es sinónimo de caos. Es esa vertiente del anarquismo la que se usa para atemorizar a la gente en contra del proyecto y a defender las decisiones que hacen los gobiernos en nombre de la “ley”, el “control” y el “orden”.

Pero al parecer el grupo vandalizador no tiene estas consideraciones en mente. Tampoco consideran que la libertad de expresión no es una mera libre expresión sin responsabilidad sobre los actos o sin tener en cuenta al otro. Entiendo que si el daño a la propiedad es a una empresa grande como Walgreens, no se afecta a nadie (más allá del mal rato del gerente y el tener que sacar del pety-cash para volver a pintar la dichosa pared). Sin embargo, ¿vandalizar casas vacías? ¿a las oficinas del AELA? Por otro lado, al parecer los mentados “anarquistas” no entienden que tales actos dan las herramientas al gobierno para pormenorizar las manifestaciones en su contra y apelar al status quo a repelerla(s). Es fácil para los gobernantes, a los que se les quiere ejercer presión mediante la manifestación pública, decir entonces que “ese grupo” encapuchado lo que quiere es “sembrar el caos” y “no lo vamos a permitir”. Es fácil decir que son gente que no obedece la ley y la democracia, palabras claves para apelar a sectores más amplios.

No sé, quizás es que ellos no se han dado cuenta que para lograr propuestas que sobrepasen el conformismo gubernamental hay que apelar a la masa, al “pueblo”, conciliar en lugar de alienarse, formar un grupo tan grande que en realidad represente una amenaza al gobierno. Quizás ni siquiera llegan a tales reflexiones en nombre del “anarquismo” y de su “libertad de expresión”. Y, ¿de qué vale la libre expresión cuando no se sabe utilizar? Si estas preguntas no han pasado por su mente, como parece el caso, huele entonces a anarquismo adolescente, de ese del que todos pasamos alguna vez en nuestra vida y cuyo norte es rebelarse por joder, sin razón y siguiendo solo impulsos pasionales. De ser así, no deberían llamarse anarquistas y sí adolescentes, rebeldes sin causa, sentirse cool porque pintaron sus mensajes “rabiosos” en las paredes, y hasta conseguir historias para llevarse amantes anónimos a la cama. De anarquistas nada, porque el anarquismo es un proyecto político y lo de ellos es un descojón o una rabieta que jode al intento realmente político por retar a un gobierno que ha dejado de representar a su pueblo. O quizás es que desde donde yo estaba parado no se podía definir con claridad su patético proyecto político, tan tenue como la rebeldía de una canción de Slipknot. Quizás si dejaran de actuar tras bastidores y se unieran en voz unísona nos podrían explicar ese proyecto político y cómo sus mensajes de graffiti adelantaban su causa. Mientras eso pase les llamo anarquistas wanabí, y todavía estoy esperando por la madre de los niños para que los vayan a buscar.