Sunday, September 19, 2010

Verano en Puerto Rico

Ha llegado el momento de sentarme en la silla y recordar las anécdotas de lo que podemos considerar como mi estadía más larga en la isla desde que me fui. Es que hay que tener un poco de separación del evento, repasar todo en la mente (tipo mini-peliculita).

Todos saben que la isla me recibió a palos, o sea, no a mí, pero el llamado motín del capitolio fue el día después que llegué a la isla. Tremenda bienvenida. La cosa es que yo ni sabía que había una manifestación así que me fui a la playa. Fue en el Minillas, escuchando la radio, que me enteré que algo había pasado, cuando una becerra hablaba de lo decepcionada que estaba con Rivera Schatz después de darle el voto y yo me preguntaba en qué planeta vivía ella si no esperaba que el fascista ese actuara como siempre ha actuado, a yeguada limpia. Fue cuando vi la tele que me dí cuenta de lo que había pasado, y cuando vi a Verónica (hola Verooo) coger palo (lo que nunca me hubiera imaginado!). No voy a entrar en detalles sobre el incidente porque lo hice en su momento. Sin embargo, subrayo que lo peor del suceso no fue lo que pasó, sino el que mucha gente lo justificara y se creyera las mentiras irrespetuosas del gobierno, desde el gobernador para abajo. Tanto que los boricuas se creen la gran cosa y estar por encima de las repúblicas latinas, y aplauden o se resignan a eventos cuasi-fascistas en su propia tierra, que de democráticos nada tienen. De igual forma, en muchos otros países latinos no dejan que el gobierno les de unas excusas tan descaradas y la mayoría se las crea. Esas pendejaces de que tenían piedras en las mochilas y “se iban a apoderar del capitolio” solo se las cree la persona que está ajena a todo y quiere estarlo, y esa persona es fácil de coger de pendejo. Mientras tanto, “al pueblo” se le falta al respeto con tal desfachatez mientras la mayoría no dice nada y no se vuelca a la calle a reclamar sus derechos de expresión como se supone pase en una verdadera democracia.

Eso sí, para comprarse las donitas hacen hasta lo impensable. Y es que digo impensable porque ni yo hubiera pensado que el tercer Krispy Kreme iba a tener una fila de carros a toda hora y un toldo para la otra fila de reces que iban a comprarlas masivamente a pie (para mí era el segundo, pero Franchesca me aclaró que el segundo está en Guaynabo, y también tiene filas kilométricas). Ya algunos sabrán que bajé la ventana y les grité eso mismo… ¡que eran y son una reses (siguiendo al rebaño)! Repasemos: hay un crimen raspante que sume a la isla en un caos social, hay un 17% de desempleados gracias al hijo de puta que se hace llamar gobernador y que acanalladamente se refugia en la mayoría de votos que sacó para aplastar a la disidencia, hay planes para seguir destruyendo los recursos naturales como el karso y de seguir desarrollando la isla para elites extranjeras (Ceiba, el viejo San Juan) y pocos se levantan a protestar, a hacer demostraciones masivas que representen el descontento colectivo, solo esperan a las elecciones para seguir en las misma disyuntiva partidista entre azules y rojos, rojos y azules, como si hubiera gran diferencia entre las políticas de ambos (solo de estilos). ¡Pero para las donas sí tienen tiempo de hacer filas y comprarlas por docenas! ¡Malditos sean! ¡Espero que se atraganten con las putas donas o las arterias se les tapen con ellas!

Pero de eso se trata la asimilación. No es casualidad que el gobe dé sus mensajes con la bandera gringa detrás de él. Tampoco es casualidad que haya un “Guaynabo City”, o la nueva, el SJPD. ¿Me preguntas qué carajo es eso? Pues yo todavía no estoy muy seguro. Si sé que se trata de la policía en San Juan, que ahora quiere imitar a la fuerza de Nueva York, conocida por sus ciclas y la serie televisiva como NYPD. Sí, ahora tenemos nuestro SJPD, y tenemos donitas por doquier, cadenas extranjeras que nos venden la peor calidad de comida, y somos tan agradecidos por ello. Lo que me recuerda un comentario en la radio que hablaba sobre el tema de la presidencia en Haití y la fallida candidatura de Wyclef Jean. En el medio del meollo, la locutora comienza una oración que decía “es que tú sabes que en los países desarrollados hay un alto problema con la corrupción gubernamental…” a lo que resistí a seguir escuchando, si la premisa de la oración ya estaba mal, para qué seguir escuchándola, pero reafirmaba, de nuevo, esa falsa idea del boricua que cree 1. no es un país subdesarrollado y 2.! No estuviera sumido en la corrupción! Tenemos una versión de nuestra realidad bien jodía (o fucked up, para seguir con esta lógica que con Facebook se hace peor) si decimos una oración como esa sin estallar en una carcajada más tétrica que cómica, y no me vengan con cuentos chinos de los países que están peor que nosotros, Puerto Rico está en el segundo lugar de peor crecimiento económico por un tiempo y no se debe simplemente a los cambios de partido. Y de la corrupción, sin irnos a ejemplos pasados, podemos rápidamente pensar en cierto presidente del senado que persigue una investigación de otro legislador de su partido, los ejemplos van y no paran así que no sé de qué carajo hablaba la locutora, y tienen menos que ver con partidos que con un modelo político implantado e importado (como todo, ¿no?) que institucionaliza a la corrupción como modelo de vender candidatos, porque al final del día, la mal llamada democracia lo que hace es vender candidatos para que la gente los consuma, la verdadera política está debajo de la alfombra y la implantan dos o tres de rostros grandes e invisibles.

De la isla eso es lo más que duele ver en cada regreso, y el que la gente siga encerrada en la disyuntiva de rojos, azules y verdes, que en el 2012 gana éste u aquel, en lugar de formar propuestas ciudadanas que en realidad logren un cambio de la debacle económica y social en la que está sumergida, y no señor gobe, ese caos no es por culpa de dos o tres gatos socialistas. ¡Si uno tuviera baldes de agua fría para despertar a los millones que piensan así y que no dejan a nadie cambiar nada, o entrarles a galletas hasta que despierten! Pero con tanto calor, ¿que agua fría ni que ocho cuartos se puede conseguir?

Lo otro sigue igual. Nos dan mala calidad de comida pero se cocina rico. Así que comí hasta engordarme como unas 10 libras: lechón, quesitos, mayorcas, ternera, carne guisada, corn beef, sardinas, mofongos, tostones, amarillos, pasteles de yuca, yuca, aguacates, ostiones, empanadillas de mariscos y paro porque me está dando hambre. Mmm…yuca.

Dos meses en la isla y con todo eso hubo gente que no vi, gente que ni se dignó a llamar, gente que se quedó con la ganas de volvernos a encontrar...y mucha gente que no está ya. De hecho, la mayor parte de julio la pasé en casa del viejo o de mi hermana ya que muchos se han ido…otra cosa que nos une con la realidad del caribe y no con los del norte. Estamos regaos’ por el mundo, desde Estados Unidos hasta el país porteño, y de la antigua metrópolis de Madrid (que mucho celebró el boricua cuando ganaron y yo a los españoles no les debo otra cosa que el idioma ¡y ni siquiera! ¡Que ellos hablan otra vaina ahí!)…pero la mayoría de los que se quedan siguen soñando con el mejor de dos mundos y la asimilación, con el SJPD y el progreso definido por centros comerciales y autopistas, lo que me niega el pasaporte de regreso a la isla y me deja como turista y diciéndoles “no te peques que no es bolero”. ¡Lamentando siempre que las carnes no lleguen a ese momento de ebullición donde hay que pegarse y hacer algo! Mientras esperamos se nos va la vida, a la isla por allá, y a los hijos bastardos del mundo por en algún lugar perdido.

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