Monday, February 14, 2011

Para detener la guagua

Es cierto que las recesiones económicas son cíclicas,
pero esta aseveración se tornaría en una falacia
si no se toman las decisiones
y acciones correctas para enfrentarla.
-Ángel Téran

Llevo ya siete meses buscando en vano el tiempo para comentar sobre un artículo que leí incluso antes de venirme a Buenos Aires. De hecho, Buenos aires era en aquel entonces una imagen en los recovecos de mi imaginación y no una realidad. Yo estaba en Puerto Rico disfrutando de un tiempo de vacaciones antes de viajar al Sur, cuando me encontré con un artículo que explicaba de manera detallada el porqué la economía en la isla está tan maltrecha, usando en ese artículo, el slogan del que se han apropiados los populares de “la guagua está en reversa” (gracias Juan Luis Guerra… ¿Cuántas guaguas van en reversa en el Caribe y Latinoamérica? ¿Contamos?). El mentado artículo fue escrito por un tal Ángel Terán, acreditado como economista, y que salía en una esquina de la sección de “Voces” de El nuevo día, el periódico más pro-status-quo de la isla. En dicha pieza, básicamente se explicaba que la forma de detener la guagua en reversa era… ¡romper con las relaciones de dependencia de Estados Unidos! La desfachatez de tal propuesta me hizo llevarme el artículo conmigo para tratar de comentarlo luego (y de casi caerme de la silla en el momento de lectura).

Muchos de ustedes conocen que yo estoy de acuerdo con tal idea, masticada desde mi perspectiva. Sin embargo, yo hubiera esperado encontrar un artículo así en Claridad, no en El nuevo día. Pero el 11 de agosto de 2010 y en la sección de “Voces” había un artículo sobre “cómo detener una guagua en reversa”, o sea, cómo detener esta crisis que por más que Fortuño se jacte mintiendo y diciendo que la solucionó, sigue vivita y coleando e incluso hasta peor que cuando estaba Aníbal: sabemos que se trata de una bola de nieve que sigue creciendo y creciendo mientras baja la colina, así como en los muñequitos….Yo sé, yo sé…hay muchos que le creen y repiten que es este gobernador el que “tuvo los pantalones para enderezar la isla”. Son muchos los que se han creído el cuento. Me gustaría saber qué le pueden explicar al casi 15% que sigue aun desempleado en la isla, sin incluir a los muchos más que se fueron al verse imposibilitados de conseguir un trabajo después de ser dejados en la calle, lo cuál puede ser una razón por la que el desempleo bajó del 17% previo. Y es que, ¿alguien conoce a los tres gatos que fueron empleados en la brillante idea de las APP? ¿Dónde están esos tres gatos? Quisiera al menos que alguien conozca a uno…si es que existen. Lo digo en serio. ¡Por favor! Yo no creo en cuentos de hadas, y de hecho, me reía con pop-corn en mano cuando la gente se creía ese cuento, porque muchos se lo creyeron, especialmente los que no trabajan en empresas públicas.

Mas ese día de 2010, este Terán iba más lejos y salía diciendo que no se trata de Fortuño ni de populares, se trata de un sistema que no pare más. De hecho, comenzaba su dardo diciendo que “uno de los principales problemas económicos que sufrimos como país es la significativa relación de dependencia de fondos federales”. Estoy seguro que al menos un 70% de la gente que vive en la isla pondría el grito al cielo al leer tal cosa (si es que la leen). Todos los que reciben cupones o cuanta ayuda federal….esos viven convencidos de que la isla sobrevive gracias la gracia y gloria de los Estados Unidos de América (hell yeah!!), su gran benevolencia y sus grandes billetes. Sin eso, para ellos, la isla estaría peor. Debe ser muy grande la aportación para que solo alcance a llevarnos a ser el segundo país de pobre desarrollo económico, seguido solo por Haití…. ¡Haití! ¡El mismo país que ha sufrido desde terremotos hasta miles de invasiones para mantener el hambre y la falta de desarrollo! Solo ellos están peor que nosotros. Y entonces, si tenemos tantos fondos, ¿por qué sigue la guagua en reversa? Son muchos los factores, pero entre ellos Terán subraya que las ayudas federales, las mismas que alimentan a la actual administración, se tratan de meras mejorías artificiales “porque no es producida directamente por nuestra economía.” O sea, nos meten dinero que parece mejorar la cosa pero se va porque no se está produciendo. Esto significa que se trata de inyecciones invisibles y que no devuelven el dinero que se llevan de la isla. Esto significa que son ayudas falsas porque lo que no se produce se va, y luego, necesita otra inversión artificial, o sea, más dependencia que en realidad no resuelve el problema sino que le sigue poniendo parches, esto mientras los millonarios se reparten los proyectos que acaban de mutilar a la isla y hacerla más dependiente. No es lo mismo si ese dinero fuera producido en la isla y una vez gastado se vuelva a regenerar. En ese caso, el dinero se regenera con la misma producción, y ese es el punto de economista. Ese también es el problema: nos tienen dependiendo de inyecciones falsas para aparentar que, como cantaba Menudo en los 80, “todo va bien”. Quizás para los que tengan cupones y vivan como en la canción de El gran combo. No “todo va bien” para los que trabajan o los que quieren trabajar pero no encuentran trabajo, viéndose entonces forzados a irse o a tomar cupones, o aceptar trabajos de segunda en corporaciones que los explotan y los humillan por alguno que otro beneficio. Esos fueron los grandes empleos que se crearon en los 90, entre “Shopping Malls” y trabajos a tiempo parcial, forzando a muchos a aceptar estas condiciones y tener dos y hasta tres trabajos, sin los beneficios garantizados por empleos a tiempo completo, regresando entonces a condiciones laborales que dan grima y resuenan a los tiempos antes de la crisis de la década de 1920.

Mas el economista no se limita a mentar el mal que aqueja, sino que comienza a ofrecer algunas soluciones para detener “la reversa”. Para él, si queremos salir de esta debacle, tenemos que “transformar la actual relación paterno-filial con Estados Unidos en una relación proactiva de acuerdos comerciales.” Añade que de esa forma se pueden crear estrategias de crecimiento económico con el bloque norteamericano. Sí, leyeron bien, la guagua sigue en reversa si creemos que la solución es un mero cambio de partido. No se trata de cambiar a rojos los azules y viceversa, se trata de que la guagua esa va a seguir en reversa a menos que tengamos los cojones para cambiar la relación con Estados Unidos y exigir trazar nuestra propia ruta, una que nos provea las oportunidades para formar alianzas y estrategias con otros países, y no que nos sujete a negociar por medio y solo con Estados Unidos. Terán incluso nombra los grandes problemas que jodieron la transmisión de la jodía guagua: el status, la ley de cabotaje, la dependencia del petróleo, las tasas contributivas. ¿Qué se necesita? Se necesita crear empresas que generen energía renovable (el gasoducto solo abre la puerta para depender más de energías que no producimos, en lugar de enfocarse en sistemas que generen energía a partir del mar, el sol, y el viento, como se han comenzado a llevar a cabo en diferentes regiones alrededor del mundo), insertar a la agricultura ( añado yo y siguiendo el modelo Kirchner: llegar a niveles de producción que abastezcan el consumo local a precios razonables) y al deporte dentro del sistema económico, y fomentar el cooperativismo. El economista sugiere además una revisión y futura promoción de la Ley de Incentivos Industriales, idea que es debatible y habría que revisar y ver de qué forma se emplea. Finalmente, el gobierno, tanto azules como rojos, deben dejar de promover el “ocio colectivo” e “incentivar el trabajo”. Estas son solo algunas de las ideas presentadas en tan interesante artículo.

Claro, podemos debatir y hasta sospechar de las sugerencias de tal economista en el periódico encargado de mantener el llamado “status-quo”. Podemos diferir también en cuanto a las sugerencias, pero cuando un economista tiene luz verde para mentar tales alternativas, tan escandalosas para la mayoría de un pueblo que sigue defendiendo al gobierno y aplaudiendo lo que pasa en la UPR, entre tantas otras cosas, y que piensan prestar su voto nuevamente a esta administración o cambiarla a una roja, es porque el río suena, y cuando el río suena es porque agua trae. ¡Esto no pare más! Ha llegado el momento de trazar nuestras propias estrategias, como todos estos países que, dado que pueden hacerlo, logran acuerdos con otras naciones de la región y hasta con países tan lejanos como Irán para hacer convenios a favor, no de Estados Unidos, pero de la gente de los respectivos países. De nosotros exigir este derecho, inmediatamente abriríamos nuestras puertas al nuevo orden mundial, donde Latinoamérica es uno de las regiones emergentes y con los recursos necesarios para mantenerse a flote. O sea, bajo nuestra relación paterno-filial con los Estados Unidos (no solo el ELA, la estadidad mantendría también las mismas restricciones) nos estamos quedando atrás. Sí, estamos quedaos, nos están pasando el rolo mientras seguimos en babia… ¡Es la hora de despertar! ¡Es hora de asumir nuestro lugar! ¡Es ahora o nunca!


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