Wednesday, February 29, 2012

El capitalismo se cree eterno

“Como Dios, el capitalismo tiene la mejor opinión sobre sí mismo, y no duda de su propia eternidad.”
-Eduardo Galeano

(Ser como ellos, siglo XXI, 94)

Monday, February 20, 2012

El zombie del Partido Popular (o cómo vivir después de la muerte de un partido político)

Unos meses antes de morir, Willie Miranda Marín dio el discurso de su vida y el de mayor trascendencia para el partido político en el cual militaba- el Partido Popular- desde al menos la década de los 80. En aquel entonces, el ex-alcalde de Caguas, que había aspirado a correr a la gobernación aun después de haber sido diagnosticado con un cáncer del páncreas fatal, dijo en arroz y habichuelas que, o el partido cambiaba y volvía a ser un instrumento de cambio político y social, o moría. Al otro día, el que figuraba de calvito presidente del partido (un mal hereditario en los líderes de ese partido) en aquel entonces, Héctor Ferrer, contrarió la relevancia de las palabras de Miranda Marín con una oración que, sin decir mucho, pretendía servir de agua fría: “el Partido Popular se hizo para ganar elecciones.” Pa’l carajo el cambio político, pa’l carajo el intentar regresar a un proyecto social (que a favor o contra que uno esté el Partido sí tuvo en sus momentos fundacionales), y con más acento que en cualquier tilde, pa’l carajo eso de la soberanía, parte importante de aquel discurso y que Marín llevó apoyando abiertamente y por convicción desde finales de la década del noventa. La plancha estaba preparada y los calvitos estaban listos para usarla a los insolentes que dijeran la verdad; el Partido Popular se había convertido en un nido de estadistas y una reliquia política para la isla. Claro, Willie murió, y el hipócrita de Ferrer, junto a muchos de los que ahora aspiran a grandes puestos en ese partido, se secaron las lágrimas de cocolía frente a las cámaras mientras hablaban de la “importancia de Willie para Puerto Rico.” El discurso de Willie fue para aniversario 112 del natalicio del fundador del partido, Luis Muñoz Marín, un 15 de febrero del 2010. El 4 de junio de ese mismo año, Willie había sido otra víctima del cáncer.

2012. El calvito de Ferrer no solo cedió la presidencia del partido, sino que tras bastidores hizo arreglos políticos para dejar atrás sus intenciones originales de correr a la comisaría residente y retar a un Santini en San Juan que por más periquero que sea (por compararlo con cualquier animal….aunque el perico es muy bonito pa’ sendo orangután), se sabe que se necesita a más que un calvito para ganarle. (A ver calvito, ¿un puestito en el Supremo? ¿O te ofrecieron la Secretaría de Estado?) En su antiguo lugar de presidente de partido está el nene-lindo (ya que se cansaron de perder con sus patitos feos y quisieron jugarse la Rosselló….puñeta, digan lo que digan de Rosselló, cambió la forma de hacer política en la isla al punto que 20 años más tarde todavía es el cabrón modelo a seguir) de Alejandro García Padilla, una versión popular no tan distinta de Fortuño, pero con espejuelos y menos protección (hace 4 años yo pensaría que alguien con menos proyección que Fortuño sería imposible), o sea, comunicación oral CERO. Sus “ideas” para cambiar al gobierno son básicamente la misma mierda pero sin fuerza de macana, su cara linda, y su sonrisa falsa. Poco ha dicho de cambiar las políticas más antipáticas de este gobierno…de hecho, poco ha dicho de nada.

Pues la semana pasada el candidato a la gobernación por el Partido Popular le dio senda estacada al cadáver de Willie y se aseguró de tener una fosa al ladito para el partido cuando decidió, como estrategia política, defender la opción del “sí” al mantener el ELA colonial, sin más tapujos. Había que ver la foto en la cual solo dejaron hablar a Alejandro para que mostrara sus cojones de candidato, pero en la que se rodeaba de una fila de zombies del partido de los cuales muchos ni sabíamos que aun estaban vivos. Miguel Hernández Agosto, Victoria Muñoz Mendoza, Héctor Luis Acevedo….y los que sabemos zombies pero que salen caminando a plena luz del día a cada rato, Cuchín y Aníbal. ¡Creí que estaban promocionando la nueva temporada de “Walking Dead” para AMC! ¡Creí que en la nueva temporada los zombies atacaban a la isla del caribe!…pero no, era en serio la mierda, y los zombies se confabularon para matar al partido. Hasta Sila salió a favor desde las noticias secundarias de los rotativos, porque al parecer, la mujer con más cojones que King Kong en la pasada década los perdió en alguna trifulca con el calvito de Aníbal. Todos juntos, unieron sus manos temblorosas para apostar por el SI.Volvemos, a la pregunta de que si quieres ser una colonia, el partido popular dice que sí, que aclamemos con orgullo que somos una colonia. Estuve horas mirando la foto a ver si veía la sombra de Willie tipo Jedi dándose contra la pared…o auto decapitándose con su espada….

En un principio pensé que “por fin tenían los cojones de aceptar lo que son, y defenderlo”. Porque siempre están huyendo a afrontar este tema y salen con eso del “ELA mejorado”, “lo mejor de dos mundos”, “ninguna de las anteriores”, y hasta el “ELA soberano”, cualquier excusa es buena para salir a juyir de la definición…..joder, el Gangster ya no sale en TV, ¿todavía se usa esa palabra en la isla?

Pero luego me detuve a leer las razones o sin-razones del voto que convocaron los zombies. Se trata de nada más y nada menos de “un voto de rechazo a Fortuñoooo”. O sea, ¿!qué carajos es eso?! No estoy solo cuando digo que para eso están las otras tres papeletas, ¡coño! ¡Cualquier analista político fatulo está de acuerdo con ese gran WFT! Esa cuarta papeleta pregunta sobre el status… ¡el status! Y en ese sentido Fortuño les salió al paso muy bien al decir “ahí vienen de nuevo a engañar”.

Y es que esa es la estrategia, tratar de engañar. No solo Alejandro y su ganga de zombies, sino el PNP, experto en el tema, y aquí tengo que dar rewind a todo este invento de la cuarta papeleta. El proyecto de decidir por si nos quedamos como colonia o no, y si no, cual de las definiciones definidas por el PNP y el informe de Casa blanca (sin más ni más….eso suena a imposición y no a elección) fue empujao’ por el hijo de pu… ¡ehem! por el gobernador. Era parte de su campaña en el 2008 pero como los gringos no le hicieron caso (what else is new?), decidió empujársela por el culo a los puertorriqueños, porque en eso de empujárselo a los puertorros el PNP también tiene post-doctorado. Y Fortuño, nada más y nada menos, decidió que debía ser el día de las elecciones, dis que para “ahorrar dinero al pueblo”. Salió Rosselló a decir que eso era una metía de pata y Rivera Schatz se hizo eco, ya que la gente podía votar en contra de la estadidad como voto de castigo. Pero Fortuño, mostrando más cojones que nunca, decidió jugárselas frías y jugárselas el todo por el todo, y en eso lo admiro. La estrategia del gobernador es distraer a la gente del fracaso de su gobierno para hablar de status. Esto es tan básico en publicidad y relaciones públicas que ha sido tema en la serie americana de Madmen; “si no te gusta lo que están hablando de ti, cambia el tema”. ¡Bravo! Se las jugó bravas y en contra del líder del partido, digo, el presidente del Senado. De hecho, ese hizo buche.

Y por eso el Partido Popular decide jugar con la misma carta. Porque no nos engañemos, siempre juegan la misma carta, tantos azules como rojos. Así que si el PNP iba a engañar y se las iba a jugar frías, los populares también, que las tienen colorás. Y de la noche a la mañana el Partipo Popular se tiró lo mejor de dos mundos, la versión 2.0 de “ninguna de las anteriores”, votar “sí”. Votar sí porque se trata de un voto castigo al gobernador y a su intento de engaño, aunque esa papeleta sea sobre el status. Votar sí porque si ganara esta opción junto a la estadidad pueden ir al congreso a decir que el voto no tiene sentido claro (de nuevo, una séquela del “ninguna de las anteriores”). Votar sí porque si convertimos al status en un asunto de la administración, le devolvemos la paleta. O sea, si el gobernador trata de desviar el tema sobre su fracaso administrativo con lo del status, el Partido Popular trata de desviar el tema del status devolviéndole el favor y diciendo que TODO se trata de esta administración, que no vamos a desviar el tema. “Si no te gusta lo que hablan…cambia el tema…”…esta es la mesa de ping-pong…. ¿la bola? La gente que vive en la isla. Azules, verdes y rojos….GO!

El resultado de esta maroma del Partido va a ser la culminación de las palabras proféticas de Miranda Marín, su inutilidad como instrumento político de cambio social y su próxima muerte, ya que, al afirmar el inmovilismo político, pierden todo sentido ideológico, motor que mueve a los partidos en la isla. Y es que finalmente esta les va a salir mal, tan mal que preveo que la estrategia del gobernador va a ser efectiva y va a lograr su reelección, aunque por un estrecho margen. Y es que ante la incapacidad de Alejandro García de proyectarse y de mover pasiones, cosa que sí lograba el patito feo de Aníbal, el único motor que encienda pasiones va a ser el asunto del status. En ese sentido los populares deben ir preparándose para perder las elecciones, en primer lugar porque el voto melón, independentista y soberanista los va a dejar a pie ante el dispara en el pie que se acaba de hacer Alejandro, en segundo lugar porque el mismo partido se ha reafirmado en una inutilidad que no va a mover gran parte del voto independiente que aun está indeciso, y a la hora de la verdad, el PNP tiene mucho más seguidores al partido que el PPD. De hecho, el PPD no ha ganado unas elecciones desde el 2000 y fue tomando votos prestados del PNP y el PIP. Por otro lado, la derrota al sí es inminente, es cuestión de suma y resta. Los populares fieles que acudan al llamado del “sí” se van a tener que enfrentar al voto estadista sumado al voto pipiolo y al voto soberanista, defendido por el ala izquierdista del PPD, el MUS y el ALAS. No veo al voto independiente sumándose al sí para derrotar a un gobernador a cambio de un cheque en blanco….y de hecho, no veo a muchos en ese grupo saliendo a votar por “el menos malo”.

Ante este panorama solo queda dar un pésame y decir…adiós Partido Popular. Que descanse en paz.


PD. El partido sobrevivirá porque igual sigue mostrándose como bastión inútiles que se niegan a morir, y porque la isla lleva estancada ideológicamente al menos unas tres décadas y el partidismo de rojos, verdes y azules es entendida como la única política posible (el sistema y el media se asegura de preservarlo así). Sin embargo, fuera de colores y de ocupar en espacio en una oposición cada vez más débil, no serán nada más que no sea una séquela al PIP.

Monday, February 13, 2012

Las múltiples identidades II:

…Y qué dice eso de mi? De mí, que soy producto del Dr. Frankestein también, asomado por mil rostros difusos que se hacen pasar por rostros, que se hacen pasar por identidades. Dice muchas cosas. Si cada uno es marcado por el lugar en dónde vive, sus circunstancias y sus experiencias, como creo que es el caso, cada boricua debe cargar con las múltiples identidades a flor de piel. En mi caso, esa multiplicidad se multiplica al cuadrado hasta volverse casi esquizofrénica.

En primer lugar, viniendo de familia estadista, alguna última patada de una moda piti-yanquista le dio a mis padres por nombrar a sus hijos con nombres anglosajones en una isla de habla hispana (en continua mutación). Así, me pusieron David pero pronunciado al inglés, “Deivid”. Pues “Deivid” se las vio negras diciéndole a la gente que su nombre no era David, como se pronuncia en español, sino, bueno, ya saben. Así que llegada su pre-adolescencia dijo “al carajo” y comenzó a acuñar el nombre que le tocaba en castellano. Y resultó que sus amigos y las personas de por ahí le llamaban David en español, y en su casa y su familia le llamaba David, en inglés. Ya a finales de la adolescencia mis padres encararon mi primera dualidad evidente cuando algunos amigos de la escuela superior llamaban por teléfono a preguntar por David, en español, a lo que respondían con sarcasmo y parodiando el nombre en castellano, de igual forma que parodiaban el nombre en inglés los otros. Recuerdo que una noche mi madre me encaró con la pregunta de por qué permitía semejante desvarío, o desvarío semejante, a lo que contesté que si ella tanto quería que me llamaran David, como se dice en “inglich”, en una isla de habla hispana, en vez de David me hubieran bautizado DEIVID. Silencio.

Y así resultó que mis amigos me llaman David, y mi familia sigue con “Deivid”….cosa que no tuvo grandes contratiempos hasta que me mudé a los Estados Unidos. Dado que en este país sí se habla inglés, pues decidí dejar atrás el exotismo de hacerme llamar David en español y hasta me atreví a poner en mi celular que dejen un mensaje a David, en anglosajón. Todavía es la hora que amigos me reclaman paródicamente y con el mismo sarcasmo de mis padres hace unos años, pero esta vez con esa malicia que pretende sugerir que he vendido mi identidad por querer pasar por gringo, cosa que con mi color de piel jamás y nunca va a pasar y que no me interesa. Lo mejor de dos mundos…. Sí Pepé. Este vaivén de los dos idiomas es una jodienda, y más cuando esa es una de las herramientas principales para construir el concepto de nacionalidad.

No acaba ahí, es más, ¡ya quisiera yo! En plena guerra fría a mis padres se les ocurrió eso de llamarme Iván como segundo nombre, por eso de heredar el nombre del Padre. Y nos jodimos, o me jodí, con otro nombre bíblico (Juan) ¡pero en cabrón ruso! O sea, un nombre anglosajón y asociado con los yanquis en la isla junto a un nombre ruso! Esa se la debo a mi abuela que le dio por llamar a mi padre de esa forma, si más recuerdo por un hermano que tuvo y murió de niño. Pero claro, para aquel tiempo no había guerra fría y esas connotaciones políticas no pasaron por la cabeza de mi abuela cuando explotó la guerra de tal nombre en una colonia estadounidense. Lo que le importaba era la tradición de seguir pasándonos los mismos nombres por eso de honrar a nuestros antepasados. Cool…!pero sigue habiendo un mundo ahí fuera! Claro, mi padre solo lleva el nombre ruso y no compartía a la Guerra Fría en sus dos nombres…no tenía un nombre gringo-judío por un lado, y otro ruso-judío por el otro.

Entonces…mi apellido: Gregory. O sea, mi apellido que hace más veces de nombre que de apellido, y que viene de una isla que fue italiana cuando surgió el “Gregori” y ahora es francesa (Córcega), pero que se regó mucho por el mundo anglosajón y que de hispano suena a tres carajos, pero cool, ¿quién quiere ser otro Ramos o Rodríguez, no (con mis disculpas)? Pero como para colmo ese apellido es más común como nombre, no se imaginan la cantidad de veces en que me han preguntado mi apellido y al contestar me vuelven a preguntar el apellido. Siempre he pensado que de llegar a tener un hijo, la peor broma que le puedo gastar es llamarlo Gregory. ¡¿Se imaginan?! … ¿Nombre? Gregory. ¿Apellido? Gregory. Dije Apellido. Gregory. ¿Y el nombre?

Y los latinos tenemos este respeto por el apellido materno que es verdaderamente hipócrita porque igual termina por borrarse tarde o temprano, pero al menos se les pasa a los hijos. Nunca he entendido bien cómo son los latinos los que tenemos famas de machos y machistas pero son los anglosajones los que pasan solamente su primer apellido. Eso significa que en el minuto que decidí irme a Estados Unidos, Gregory dejó de ser mi apellido para convertirse en… ¡¿Qué carajos!? ¿¿¿Tercer nombre??? No se imaginan las miles de veces que mi estudiantes me llamaban Profesor Negrón, que es mi segundo apellido, ni las miles de cartas que he recibido con eso de David Negrón….o sea, who the fuck is that?! Y a veces hasta he recibido cartas con eso de David Negro… porque se les acabó el espacio o la tinta para la última n o el acento. Bendita cosa que soy el Prof. Negro. Y no que me de vergüenza, pero suena raro en un país donde esa palabra ofende a muchos. Y ni hablar cuando me han llamado de David Negroni, porque al parecer eso de Negrón suena, no sé, ¿muy Negro?

Sumemos a eso las nacionalidades. En Puerto Rico siempre me hacían y hacen sentir como árabe. En Italia pensaban que era no sé de qué parte de Italia. En Madrid los españoles de otros lados me pedían direcciones…solo para decirles con mi acento caribeño que no tenía puta idea. En Francia me hablaban inglés después de ver mi pasaporte gringo o de escuchar mi terrible pronunciación de la palabra más sencilla del mundo; “eau” (agua). En Argentina decían que podía pasar como argentino morocho. En Chile….se daban cuenta que no era chileno cuando empezaba a preguntar los significados de las miles de palabras peculiares del lugar más arrinconado del mundo. En Estados Unidos me llegaron a preguntar que si yo era de Brasil….nada más y nada menos que por Paulo Lins , escritor de la novela que dio vida a “Cidade de Deus” o sea, ¡un brasileiro! ….pero aun así no puedo entrar sin visa a Brasil por el cabrón pasaporte…. ¿y en Cuba? En Cuba me tuvieron esperando veinte minutos paseándose el pasaporte de soldado a soldado mientras me miraban con recelo….éste cara de gringo no tiene.

Y así por el estilo. Cuando estaba en la escuela superior me llamaban el santurceño porque nací en ese barrio de San Juan. Y si me pongo a nombrar la fila de nombres que me dieron en la escuela no acabo….Goofy porque les parecía bobolón, y bobolón también. También me llegaron a llamar Boofy…una mutación del Goofy mezclado con bufón, y Bufón también. Luego “Cookie-Monster”, insecto, apestao’…en fin, miles y miles de nombres a los que responder. Y algunos me llaman por mi apellido, y algunos por alguno de mis nombres, y yo me llamo de una forma en ciertos momentos, de otros en otras. Y me han dicho que tengo muchas personalidades y muchos personajes, y que debí haber sido actor. Y me han dicho que mis “mood-swings” van del cielo a la tierra, y así por el estilo, en la eterna definición del ser que se basa mucho en el otro.

Yo: David, Deivid, Gregory, y mis múltiples personalidades. Yo: puertorro, gringo, argentino, italiano, gallego, brasileiro, chileno, árabe. Yo: otro boricua más, una mezcla de indefiniciones. Yo: otro ser humano más.

Tuesday, February 07, 2012

Las múltiples identidades I:

Vengo de una isla llena de ambigüedades. Muchas de ellas son hijas bastardas de la identidad o falta de identidad de la isla, o la identidad contraída a partir de una falta de identidad, o una identidad inconclusa, o una identidad que se sabe mentida (toda identidad colectiva es sospechosamente mentida pero a la boricua se le nota la costura), o la vaina del status. No. Borremos eso. No todo es del status…pero ese monstruo de mil cabezas que muchas veces se jura mierda sin llegar a peo tiene mucho que ver con eso de que somos o no somos. Y es que la cuestión del “ser o no ser” Hamletaniano, que tanto he malgastado por aquí y por allá, en Puerto Rico asoma como pregunta lanzada al vacío para su procreación de ecos. Somos o no somos el gran invento de las Américas (el otro lado del otro gran invento-disparate de las Américas: Cuba) o el proyecto Frankenstein de Estados Unidos; el Estado Libre Asociado de Puerto Rico….y por ahí se siguen muchos somos: somos o no somos nación, somos o no somos nación con soberanía, somos o no somos una nación libre y soberana, somos o no somos estado, somos o no somos Estados Unidos, somos o no somos estadounidenses (más allá de la libretita azul), somos o no somos boricuas….y ese engendro asoma como Narciso de mil cabezas. Porque, ¿Qué es eso de ser boricua? A juzgar por las payasadas, muchas malas paradas, muchos clichés, mucha peste a guapetón de barrio y de reguetón…y también mucha gente que se jode día a día por trabajar…o por conseguir trabajo, y en fin, mucha gente, conglomerado de gente, múltiples gentes. Así que si cada ser humano se ve construyendo sus complejos egos a partir del reflejo del espejo o del reflejo de Narciso, imagínese si en esa cabeza hay miles de rostros deformados. ¡Gracias a todos! Desde Juan Ponce de León hasta Muñoz Marín o Ferré…una fila eterna de hijos de puta que nos chichó desde principios que ya no podemos recordar.

Insisto, ¿qué somos? Mucho se ha escrito al respecto. Llene su blanco. Mas si en algo podemos coincidir es que, como en toda definición, se trata de algo complejo. Claro, nosotros tenemos nuestras peculiaridades caribeñas, y luego las otras peculiaridades como colonia o no de una nación Otra con diferente historia y cultura. También podemos coincidir que estas definiciones parecen quedarse cortas la mayoría de las veces. El proyecto inconcluso que hubo como colectivo (para no usar el término de nación que tanto cansa a los posmo con guilles de auto-superados…mientras se jactan de su independencia en duchas de quesos y vinos) parece asomar en cada uno de los rostros, en cada uno de los maquillajes. Somos muchas cosas, y ninguna. O quizás somos como aquella canción ochentosa de Chayanne, así de pop, así de símbolo a comprar…

…“un trozo de hielo en la escarcha que no llegó a abrir.”